domingo, 30 de noviembre de 2025

Agustín Gómez Arcos


Agustín Gómez Arcos fue un dramaturgo y novelista español que nació el 15 de enero de 1933 en Enix, Almería y falleció el 20 de marzo de 1998 en París. Fue un niño hijo de una familia republicana derrotada, que convirtió el dolor de la posguerra en literatura. El teatro español se le quedó pequeño y cercado por la censura, así que se marchó, primero a Londres y luego a París, buscando algo tan sencillo y tan difícil como poder escribir en libertad.​
En Francia encontró por fin su espacio... cambió de lengua, pero no de herida y escribió novelas que hablan de las sombras españolas con una claridad que todavía hoyte llega al alma. Vivió entre cafés-teatro, trabajos modestos y páginas intensas, y se fue de este mundo sin hacer ruido, pero dejando una obra imprescindible.​
Su vida es la de un exiliado que nunca dejó de mirar hacia atrás, y sus libros son como cartas largas a un país que lo expulsó y que ahora empieza, por fin, a leerlo con el respeto que merece.






Después, [...] llegó la guerra [...] que convierte a los hombres en piltrafas; las casas, en ruinas, y se autotransforma en exterminio, que algunos llaman paz.




martes, 18 de noviembre de 2025

Víctor Jara


Víctor Lidio Jara Martínez, más conocido como Víctor Jara es uno de esos nombres que no se pueden pronunciar sin que algo se te mueva por dentro. El representa una manera única de mirar el mundo, de cantarlo y de defenderlo incluso en la oscuridad.
Fue un músico, cantautor, profesor, escritor y director de teatro chileno que nació el 28 de septiembre de 1932, en San Ignacio, en una familia humilde donde la sensibilidad estaba a flor de piel. Su madre, Amanda, tocaba la guitarra y cantaba en reuniones campesinas, y quizá allí, en esos primeros sonidos empezó la semilla de todo.
Estudió contabilidad por obligación, pero su destino estaba en otra parte. Primero en la iglesia —donde incluso llegó a plantearse ser sacerdote— y después, ya sin dudas, en el teatro. Ingresó en la Universidad de Chile para estudiar dirección teatral y allí estalló la vida: encontró la escena, la gente, la voz propia. Dirigió obras, escribió, actuó… y en paralelo la música volvió a él como un río inevitable. Y se quedó.
La canción fue su manera más directa de decir las cosas. Canciones sencillas, limpias, canciones que hablaban de campesinos sin tierra, de obreros sin derechos, de madres que esperaban, de un país que merecía más. Formó parte de la Nueva Canción Chilena, ese movimiento hermoso donde la música recuperó su raíz latinoamericana para hablar en plural, no desde los escenarios sino desde la calle.
Se enamoró de Joan Turner, una bailarina inglesa que llegó a Chile por azar y se quedó para siempre. Con ella compartió vida, lucha y esperanza, y juntos formaron una familia donde la cultura era casi una segunda piel.
El golpe de Estado de 1973 cambió todo. Víctor fue detenido el 12 de septiembre y llevado al Estadio Chile, donde lo torturaron y asesinaron por lo que representaba: una voz libre que no aceptaba agachar la cabeza. Su muerte el 16 de septiembre de 1973, es una herida histórica, pero también una prueba de que la palabra puede ser tan poderosa como para incomodar a los tiranos.
Años después, el Estadio Chile pasó a llamarse Estadio Víctor Jara. Allí sigue su nombre, como un latido que no se apaga.
Hablar de él es hablar de alguien que creyó de verdad en la posibilidad de un mundo más justo. Su voz sigue viva porque no pertenece al pasado: pertenece a todos nosotros.






La vida es eterna en cinco minutos.




lunes, 3 de noviembre de 2025

David Hume


David Hume fue un filósofo, historiador y ensayista escocés que nació en Edimburgo el 26 de abril de 1711, siendo reconocido como una de las figuras clave de la Ilustración escocesa y del pensamiento moderno occidental. Su obra transformó la manera de entender el conocimiento, la moral y la religión, abriendo el camino a la filosofía contemporánea.
Desde joven mostró una profunda inclinación por las letras y la reflexión y aunque su familia quiso que estudiara Derecho, él se dedicó a investigar el espíritu humano.
Hume defendió un pensamiento profundamente empirista y escéptico... sostenía que nuestras creencias en la causalidad, la identidad personal o el futuro no son racionales, sino fruto del hábito y la costumbre. Negó la posibilidad de deducir normas morales a partir de hechos y afirmó que la razón debía ser “esclava de las pasiones”, pues son los sentimientos los que realmente guían la conducta humana. En religión fue también un escéptico, rechazando los milagros y los argumentos racionales sobre la existencia de Dios y defendiendo una visión naturalista del ser humano.
Aunque sus ideas le impidieron acceder a cátedras universitarias por considerársele ateo, alcanzó fama como ensayista e historiador con su monumental Historia de Inglaterra, publicada entre 1754 y 1762. En vida fue admirado en Europa, especialmente en París, donde trató con Voltaire y Rousseau, aunque con este último terminó enemistado.
Murió en Edimburgo el 25 de agosto de 1776, sereno y lúcido hasta el final, acompañado por su amigo Adam Smith. Hume dejó una obra que influyó decisivamente en Kant, el positivismo, el utilitarismo y la filosofía moderna en general y su pensamiento sigue recordando que la razón humana es limitada, que el conocimiento nace de la experiencia y que la moral surge, ante todo, del sentimiento.






La belleza de las cosas existe en el espíritu de quien las contempla.





Primo Levi


Primo Levi fue un escritor y químico italiano de origen judío sefardí que nació el 31 de julio de 1919 en Turín, Italia y fue conocido por su testimonio sobre el Holocausto, al que fue deportado a Auschwitz en 1944, sobreviviendo gracias a su trabajo en el laboratorio del campo. Su obra está atravesada por una serenidad lúcida y una búsqueda constante de comprensión frente al horror.
Murió el 11 de abril de 1987, en circunstancias que aún hoy se debaten entre el accidente y el suicidio, dejando una obra que sigue siendo una de las más valiosas lecciones éticas y literarias del siglo XX, la de la memoria como forma de resistencia y dignidad.






Si comprender es imposible, conocer es necesario, porque lo sucedido puede volver a suceder, las conciencias pueden ser seducidas y obnubiladas de nuevo: las nuestras también.