martes, 10 de diciembre de 2013

Simone de Beauvoir

Simone de Beauvoir fue una escritora, profesora, feminista y filósofa francesa que nació en París el 9 de enero de 1908 y falleció el 14 de abril de 1986. 
Su vida fue un crisol de ideas y pasiones, donde la escritura se convirtió en su herramienta de transformación. Autora prolífica de novelas, ensayos y biografías, su pluma desafió las convenciones al abordar temas políticos, sociales y filosóficos con una agudeza sin par.
Pareja del igualmente renombrado filósofo Jean Paul Sartre, de Beauvoir forjó una conexión profunda y vital que se tejió tanto en el ámbito personal como en el intelectual, desdibujando las líneas entre el amor y el pensamiento. En el vasto paisaje del existencialismo, su voz resuena como un canto a la libertad individual y la lucha por la autonomía de la mujer, erigiéndose como una figura fundamental en el movimiento feminista del siglo XX.
Desafiando las normas de su época, de Beauvoir se adentró en las intrincadas cuestiones de género, existencialismo y la búsqueda de significado en un mundo en constante cambio. Su obra, aún hoy, invita a la reflexión y el estudio, iluminando caminos que continúan inspirando a nuevas generaciones en su búsqueda de justicia y verdad. Con su mirada incisiva, Simone de Beauvoir nos recuerda que la vida es un terreno fértil para cuestionar, desafiar y, sobre todo, vivir con autenticidad.







El día que una mujer pueda
no amar con su debilidad sino con su fuerza,
no escapar de si misma sino encontrarse,
no humillarse sino afirmarse, 
ese día el amor será para ella,
como para el hombre,
fuente de vida y no un peligro mortal.







El opresor no sería tan fuerte
si no tuviese cómplices
entre los propios oprimidos.




El feminismo es una forma de vivir individualmente
y de luchar colectivamente.




Mediante el trabajo ha sido como la mujer
ha podido franquear la distancia
que la separa del hombre.
El trabajo es lo único que puede garantizarle
una libertad completa.




Lo más escandaloso que tiene el escándalo
es que uno se acostumbra.




Ser libre
es querer la libertad de los demás.



Nadie es más arrogante violento, agresivo y desdeñoso contra las mujeres que un hombre inseguro de su propia virilidad.



Toda opresión crea un estado de guerra.



Que nada nos limite.
Que nada nos defina.
Que nada nos sujete.
Que la libertad sea nuestra propia sustancia.



Le cortan sus alas
y luego la culpan por no saber cómo volar.



Acepto la gran aventura de ser yo misma



No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida.



No nos engañemos, el poder no tolera más que las informaciones que le son útiles. Niega el derecho de información a los periódicos que revelan las miserias y las rebeliones.



A lo mejor los recuerdos más lejanos parecen siempre los más hermosos.






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