Mi cabeza no para de dar vueltas
y se enreda en las emociones
que corren por mis venas,
intentando crear una canción
o quizás un poema
que te diga lo que siento
por dentro y por fuera,
y gira, gira, gira
con la certeza
que cualquier palabra de amor
por ti se hizo eterna.
Si escuchas una melodía
es que mi corazón está cerca.
La brisa silva tu nombre
y me trae con ella
el deseo de dibujar en tu vientre
corazones con tinta de sirenas,
y tatuar mis latidos con besos
en el mapa de tu piel,
en tus entrañas,
en el horizonte de tus labios,
entre montes y selvas,
para hacer de cada día
una eterna primavera.
Si escuchas una melodía
es que mi corazón está cerca.