Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, más conocida como Frida Kahlo fue una pintora y poetisa mexicana, que nació en Coyoacán el 6 de julio de 1907 y falleció el 13 de julio de 1954.
Como siempre, cuando me alejo de ti,
me llevo en las entrañas tu mundo y tu vida,
y de eso es de lo que no puedo recuperarme.
Te quiero...
gracias porque vives,
porque ayer me dejaste tocar tu luz más íntima
y porque dijiste con tu voz y con tus ojos
lo que yo esperaba toda mi vida.
...Aprenderé historias para contarte,
inventaré nuevas palabras
para decirte en todas que te quiero como a nadie.
No reniego de mi naturaleza, no reniego de mis elecciones, de todos modos he sido afortunada.
Muchas veces en el dolor se encuentran los placeres más profundos, las verdades más complejas, la felicidad más certera. Tan absurdo y fugaz es nuestro paso por este mundo, que solo me deja tranquila el saber que he sido auténtica, que he logrado ser lo más parecida a mi misma.
Yo le duro lo que usted me cuide
yo le hablo como usted me trate
y le creo lo que usted me demuestre.
¿Se pueden inventar verbos?
Quiero decirte uno: yo te cielo
A veces tienes que olvidar lo que sientes
y recordar lo que mereces.
Mereces un amor que te quiera despeinada,
incluso con las razones que te levantan deprisa
y con todo y los demonios que no te dejan dormir.
Mereces un amor que te haga sentir segura,
que pueda comerse al mundo si camina de tu mano,
que sienta que tus abrazos van perfectos con su piel.
Mereces un amor que quiera bailar contigo,
que visite el paraíso cada vez que ve tus ojos
y que no se aburra nunca de leer tus expresiones.
Mereces un amor que te escuche cuando cantas,
que te apoye en tus ridículos,
que respete que eres libre,
que te acompañe en tu vuelo,
que no le asuste caer.
Mereces un amor que se lleve las mentiras,
que traiga la ilusión,
el café
y la poesía.
Reír nos hizo invencibles.
No como los que siempre ganan,
sino como aquellos que no se rinden.
No me hagas caso. Soy de otro planeta.
Todavía veo horizontes donde tu dibujas fronteras.
Tantas cosas por decirte y tan pocas salen de mi boca. Deberías de aprender a leer mis ojos cuando te miro.
Amurallar el propio sufrimiento
es arriesgarte a que te devore desde el interior.
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