16 de marzo, 23:20h, se paró el reloj, se detuvo la vida, se rompió mi alma
Un golpe helado congeló mi aliento, y ahora no sé que hacer, no sé dónde mirar, no sé dónde buscarte, no sé dónde encontrarte
Ando perdida en este mar de emociones rotas, pedacitos de tu recuerdo, con el alma prendida en un suspiro y la razón ahogándose silenciosa en el llanto
Intento consolar a mi corazón imaginándote en un mundo mejor, pero no puedo evitar que un puño estruje mi pecho y lo oprima, porque te necesito, necesito tu voz, tu mirada, tu aliento, necesito sentirte para poder seguir adelante, necesito descubrirte en las pequeñas cosas que me suceden cada día, necesito saber que en algún lugar estás cuidando de mí, siendo esa luz, ese faro que me sigue guiando e iluminando los días y meciendo las noches
Necesito encontrarte en la luz de las estrellas, en las flores del campo, en el trino de un pájaro, en la mirada de un niño, en la caricia de una mano, en los silencios, en la paz, en los sueños, en los despertares, en las risas de la gente, en todas las cosas bellas, hermosas como tu
Necesito saberte bien, serena, tranquila, en paz, para poder volver a caminar de tu mano, para volver a retomar el paso detenido con tu ausencia, porque el aire me falta cuando llega la tarde y no puedo escucharte
Quiero escribirte un poema que hable de tu mirada, de tu olor, de tus manos, pero las palabras han desaparecido y mis versos se han ido detrás de tu esencia y se escapan como arena entre mis dedos
Te prometo que intentaré ser mi mejor versión para ser digna de ti, y llevar tu memoria allá donde alcance la mía
Estés dónde estés, siempre estaremos juntas
Juntas
Siempre juntas amatxo,
eternamente juntas