Mi mente traicionera dibuja un paisaje lleno de sentimientos,
una acuarela del lienzo de tu cuerpo que se aparece en el horizonte de mi memoria,
un recuerdo que despierta con el roce de tu mirada,
una poesía de Safo perdida entre tus labios desnudos.
A destiempo las palabras se escriben en un pentagrama
donde mis pies bailan la melodía de tus besos,
mientras mis sueños húmedos corren paralelos a mis dedos
que recorren tus suspiros, tus sentidos, tus jadeos.
donde mis pies bailan la melodía de tus besos,
mientras mis sueños húmedos corren paralelos a mis dedos
que recorren tus suspiros, tus sentidos, tus jadeos.
Y te escribo mil canciones que hablan de los lunares de tu cuerpo,
y te canto mil poemas con palabras que tropiezan en tus pechos,
y respiras, y me inspiras, el aroma de un paisaje, la luna en tus ojos,
el tiempo parado a contratiempo cuando el sonido de tu voz dice mi nombre.
y te canto mil poemas con palabras que tropiezan en tus pechos,
y respiras, y me inspiras, el aroma de un paisaje, la luna en tus ojos,
el tiempo parado a contratiempo cuando el sonido de tu voz dice mi nombre.
Otra vez te he intentado escribir el poema más bello,
pero mis dedos prefieren recorrer tu cuerpo,
viajar entre tus piernas, sentir tu aliento, cerrar los ojos y sentir el desconcierto
de estos pasos que me llevan, irremediablemente, al camino sin retorno del corazón.
pero mis dedos prefieren recorrer tu cuerpo,
viajar entre tus piernas, sentir tu aliento, cerrar los ojos y sentir el desconcierto
de estos pasos que me llevan, irremediablemente, al camino sin retorno del corazón.
SsJ
