viernes, 17 de mayo de 2013

Eduardo Gudiño Kieffer

Eduardo Gudiño Kieffer fue un escritor y periodista argentino, que nació en Esperanza el 2 de noviembre de 1935 y falleció el 20 de septiembre de 2002 en Buenos Aires.









Sí, claro que te quiero con el alma,
pero también te quiero con el cuerpo.
Te quiero toda y quiero que me quieras
con la piel, con las uñas, con los dedos.
¿Ves? Mis dedos
aquí donde termino y donde empiezo.
No sé porque nos dicen que en los dedos
no pueden florecer los sentimientos.
¿Ves? Tus dedos
allí donde terminas, donde empiezas.
Déjame que te quiera con mis dedos
pulsándote apenitas, apenitas,
rozando tus caderas en un largo
descenso por colinas infinitas.
Que mis dedos te besen el ombligo,
que mis dedos te abran como un cofre
lleno de flores perfumadas, lleno.
Quiéreme con las puntas de los dedos,
paseando por mi vientre, por mi pecho,
tocando mis costillas en el cuello.
Explórame despacio, soy un mundo
por vos todos los días descubierto.
Estoy abierto a toda la ternura
escondida en la punta de tus dedos.
Sí, claro que te quiero con el alma,
pero también te quiero con el cuerpo.
te quiero toda y quiero que me quieras
con la piel, con las uñas, con los dedos.







miércoles, 15 de mayo de 2013

Woody Allen

Allan Stewart Königsberg,conocido como Woody Allen es un director, guionista, actor, músico, escritor y humorista estadounidense, que nació el 1 de diciembre de 1935 en Brooklyn.









El mago hizo un gesto y desapareció el hambre,
hizo otro gesto y desapareció la injusticia,
hizo otro gesto y se acabó la guerra.
El político hizo un gesto y desapareció el mago.



Las cosas no se dicen, se hacen,
porque al hacerlas se dicen solas.




Luis Eduardo Aute

Luis Eduardo Aute Gutiérrez es un músico, cantautor, director de cine, actor, escultor, escritor, pintor y poeta español, que nació en Manila (Filipinas) el 13 de septiembre de 1943 y fallece el 4 de abril de 2020 en Madrid.








Sin tu latido

Hay algunos que dicen
que todos los caminos conducen a Roma
y es verdad porque el mío
me lleva cada noche al hueco que te nombra
y le hablo y le suelto
una sonrisa, una blasfemia y dos derrotas;
luego apago tus ojos
y duermo con tu nombre besando mi boca.

Ay, amor mío,
qué terriblemente absurdo
es estar vivo
sin el alma de tu cuerpo,
sin tu latido,
sin tu latido.

Que el final de esta historia,
enésima autobiografía de un fracaso,
no te sirva de ejemplo,
hay quien afirma que el amor es un milagro
que no hay mal que no cure
pero tampoco bien que le dure cien años;
eso casi lo salva,
lo malo son las noches que mojan mi mano.


Ay, amor mío,
qué terriblemente absurdo
es estar vivo
sin el alma de tu cuerpo,
sin tu latido,
sin tu latido.

Aunque todo ya es nada,
no sé porque te escondes y huyes de mi encuentro,
por saber de tu vida
no creo que vulnere ningún mandamiento;
tan terrible es el odio
que ni te atreves a mostrarme tu desprecio,
pero no me hagas caso,
lo que me pasa es que este mundo no lo entiendo.

Ay, amor mío,
qué terriblemente absurdo
es estar vivo
sin el alma de tu cuerpo,
sin tu latido,
sin tu latido.




El niño que miraba al mar

Cada vez que veo esa fotografía
que huye del cliché del álbum familiar,
miro a ese niño que hace de vigía
oteando el más allá del fin del mar.

Aún resuena en su cabeza el bombardeo
de una guerra de Dragones sin cuartel,
su mirada queda oculta pero veo
lo que ven sus ojos porque yo soy él.

Y daría lo vivido
por sentarme a su costado
para verme en su futuro
desde todo mi pasado
y mirándole a los ojos
preguntarle ensimismado
si descubre a su verdugo
en mis ojos reflejado
mientras él me ve mirar
a ese niño que miraba el mar.


Ese niño ajeno al paso de las horas
y que está poniendo en marcha su reloj
no es consciente de que incuba el mar de aurora
ese mal de animal que ya soy yo.

Frente a él oscuras horas de naufragios
acumulan tumbas junto al malecón
y sospecha que ese mar es un presagio
de que al otro lado espera otro Dragón.

Y daría lo vivido
por sentarme a su costado
para verme en su futuro
desde todo mi pasado
y mirándole a los ojos
preguntarle ensimismado
si descubre a su verdugo
en mis ojos reflejado
mientras él me ve mirar
a ese niño que miraba el mar.




Me va la vida en ello

Cierto que huí de los fastos y los oropeles
y que jamás puse en venta ninguna quimera
siempre evité ser un súbdito de los laureles
porque vivir era un vértigo y no una carrera.

Pero quiero que me digas, amor,
que no todo fue naufragar
por haber creído que amar
era el verbo más bello...
dímelo...
me va la vida en ello.


Cierto que no prescindí de ningún laberinto
que amenazará con un callejón sin salida
ante otro "más de lo mismo" creí en lo distinto
porque vivir era búsqueda y no una guarida.

Cierto que cuando aprendí que la vida iba en serio
quise quemarla deprisa jugando con fuego
y me abrasé defendiendo mi propio criterio
porque vivir era más que unas reglas de juego.



No sé si voy o vengo
de algún sitio
donde nunca estuve.



Reivindico el espejismo
de intentar ser uno mismo,
ese viaje hacia la nada
que consiste en la certeza
de encontrar en tu mirada
la belleza





Proverbios

Los pequeños ladrones, desde la cárcel,
ven pasar a los grandes ladrones en carroza.




Cuando soplan vientos de cambio
algunos construyen muros.
Otros, molinos.









martes, 14 de mayo de 2013

Yevgueni Yevtushenko

Yevgueni Aleksándrovich Yevtushenko fue un poeta ruso y profesor de universidad, que realizó algunas incursiones en el cine como actor, guionista y director. Nació el 18 de julio de 1932 en Siberia y falleció el 1 de abril de 2017 en Tulsa (Oklahoma, Estados Unidos).








Llegará un día en que nuestros hijos,
llenos de vergüenza,
recordarán estos días extraños
en los que la honestidad más simple
era calificada de coraje.





Antonio Pereira Apon

Antonio Pereira Apon es un escritor, poeta y profesor brasileño.









La piedra

El distraído tropezó con ella.

El violento la utilizó como proyectil.
El emprendedor construyó, con ella.
El campesino cansado la utilizó como asiento.
Para los niños fue un juguete.
David mató a Goliat
y Miguel Ángel le sacó la más bella escultura.
En todos los casos,
la diferencia no estuvo en la piedra,
sino en el hombre.







Jack London

Jack London fue un escritor estadounidense que nació el 12 de enero de 1876 en San Francisco (California) y falleció el 22 de noviembre de 1916 en Glen Ellen (California).










Cada demacrado, cada pobre, cada hambriento, cada hijo de la cárcel es una acusación de que el capital ha sido malversado.Y ningún miembro de la clase dominante puede esperar ser declarado inocente por el tribunal de la humanidad.






lunes, 13 de mayo de 2013

José Asunción Silva

José Asunción Silva fue un poeta colombiano que nació el 27 de noviembre de 1865 en Bogotá y falleció el 23 de mayo de 1896 en Bogotá.








                                                      Una noche,
una noche toda llena de murmullos,de perfumes y de música de alas;
                                           Una noche,
en que ardían en la sombra nupcial y húmeda las luciérnagas fantásticas,
a mi lado lentamente,contra mí ceñida toda,muda y pálida,
como si un presentimiento de amarguras infinitas
hasta el más secreto fondo de las fibras te agitara,
por la senda florecida que atraviesa la llanura
                                                      caminabas;
                                                      y la luna llena
por los cielos azulosos,infinitos y profundos esparcía su luz blanca;
                                                      y tu sombra
                                                      fina y lánguida,
                                                      y mi sombra,
                                                      por los rayos de la luna proyectadas,
                                                      sobre las arenas tristes
                                                      de la senda se juntaban;
                                                      y era una,
                                                      y eran una,
                                                      y eran una sola sombra larga,
                                                      y eran una sola sombra larga,
                                                      y eran una sola sombra larga...
                                                  
                                                      Esta noche
                                                       solo;el alma
llena de las infinitas amarguras y agonías de tu muerte,
separado de ti misma por el tiempo,por la tumba y la distancia,
                                                      por el infinito negro
                                                      donde nuestra voz no alcanza,
                                                      mudo y solo
                                                      por la senda caminaba...

                                                      Y se oían los ladridos de los perros a la luna,
a la luna pálida,
                                                      y el chirrido
                                                      de las ranas...
Sentí frío.Era el frío que tenían en tu alcoba
tus mejillas y tus sienes y tus manos adoradas,
                                                      entre las blancuras níveas
                                                      de las mortuorias sábanas.
                                                      Era el frío del sepulcro,era el hielo de la muerte,
                                                      era el frío de la nada...
                                                      Y mi sombra,
                              por los rayos de la luna proyectada,
                                                      iba sola,
                                                      iba sola,
                              iba sola por la estepa solitaria;
                                                      y tu sombra esbelta y ágil,
                                                      fina y lánguida,
como en esa noche tibia de la muerta primavera,
como en esa noche llena de murmullos,de perfumes y de música de alas,
                                                      se acercó y marchó con ella,
                                                      se acercó y marchó con ella.
                                                      ¡Oh las sombras enlazadas!

¡Oh las sombras de los cuerpos que se juntan con las sombras de las almas!

¡Oh las sombras que se buscan en las noches de tristezas y de lágrimas!




Una errante luciérnaga alumbró nuestro beso.





Arthur C. Clarke

Arthur Charles Clarke, más conocido como Arthur C. Clarke fue un escritor y científico británico que nació en Minehead (Inglaterra) el 16 de diciembre de 1917 y falleció en Colombo (Sri Lanka) el 19 de marzo de 2008.








Qué inapropiado llamar Tierra a este planeta,
cuando es evidente que debería llamarse Océano.




La única manera de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá, hacia lo imposible.





Orhan Pamuk

Ferit Orhan Pamuk es un escritor turco que nació en Estambul el 7 de junio de 1952. Recibió el Premio Nobel de Literatura en 2006.









Los asesinos no surgen de entre los descreídos,
si no entre los que creen demasiado.




El amor es el anhelo de abrazar a una persona con fuerza y estar en el mismo lugar que ella.
Es el deseo de abrazarla dejando fuera al mundo entero.
La nostalgia del alma de encontrar un refugio seguro.




Un día leí un libro y toda mi vida cambió.





Lewis Carroll

Charles Lutwidge Dodgson, más conocido por el seudónimo de Lewis Carroll, fue un diácono anglicano, matemático, fotógrafo y escritor británico que nació en Daresbury (Cheshire, Reino Unido) el 27 de junio de 1832 y falleció  el 14 de enero de 1898 en Guildford (Surrey, reino Unido).







¿Cuánto tiempo es para siempre?
A veces, sólo un segundo




- Lo mejor será que bailemos
- ¿Y qué nos juzguen de locos, Sr. Conejo?
- ¿Usted conoce cuerdos felices?
- Tiene razón, ¡Bailemos!




No soy raro, ni extraño, no estoy fuera de lugar, ni loco, simplemente mi realidad es diferente a la tuya.





El secreto, querida Alicia, es rodearte de personas que te hagan sonreír el corazón. Entonces, y sólo entonces, estarás en el País de las Maravillas.