Transitamos senderos escondidos,
huyendo por caminos inhóspitos, inhabitados,
para no caer en las garras de un mundo intolerante,
en las brasas de una sociedad que nos quiere quemar
por sentir, por amar, por vivir en libertad.
Transitamos con heridas en el alma,
con rasguños en la piel,
con lágrimas en los ojos,
pero unidas en los versos
que se escapan de la poesía de tus abrazos
donde me cobijo para curarme
de los zarpazos de esta sociedad que discrimina, aparta y aísla
a todo el que siente diferente.
Transitamos entre la mediocridad y la ignorancia
que nos hace más fuertes, más bravas, más guerreras,
más sin miedo para formar parte de la resistencia,
en estos tiempos difíciles para el AMOR,
donde el fascismo cada vez avanza más rápido,
para intentar amordazarnos, maldecirnos y meternos el miedo
en los sentidos más internos del corazón.
Transitamos entre infinitas capas de amor,
con el alma en construcción constante,
meciéndonos entre la música y poesía
que nos llenan los días de esperanza
pese a las terribles señales de advertencia
del peligro que acechan nuestras noches,
derribando miedos y reconstruyendo ilusiones
para crecer y reaprender,
para volver a jugar como cuando éramos niños,
para volver a soñar, reír, saltar, bailar.
Transitamos entre las palabras dibujadas,
con el puño apretado y levantado
para sobrevivir al aullido que se escapa de mi garganta,
de lo prohibido, de lo que viene, de lo que se va,
para escalar por el terremoto que provoca en mi cuerpo tu mirada
donde mis manos bailan dibujando un vals en tu piel
donde me hago fuerte para gritarle al mundo
que aquí estamos, que aquí seguimos...
viviendo, amando y sin miedos.
SsJ
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Suscríbete a esta entrada y recibe por email las nuevas actualizaciones y comentarios añadidos
Marca la opción "Avisarme"