Vanesa Martín es una cantante y compositora española que nació el 14 de noviembre de 1980 en Málaga.
Bajo la marabunta de gente,
hubo dos que se corrieron las calles,
que se saltaron los semáforos y se subieron por la paredes,
que se prometieron la vida y se borraron de la lista el ayer.
DÉJATE CAER
Como la inercia de la boca de un recién nacido
cuando busca el pecho de su madre,
como la anarquía del agua, las gotas de los tejados,
el rocío o los tacos de nieve en la copa de los árboles,
déjate caer con las manos abiertas cruzándote el tronco
o con los brazos a modo de flecha, de cabeza o de espaldas,
deja que se te caigan los peros y las indecisiones.
Resuélvete congiendo impulso, esperando la corriente del vuelo,
derriba muros y años de conciencia.
Permítete cambiar de opinión al instante
y deja que otros se te queden pensando,
que tu nombre les ocupe más de un rato,
hazlo como si nada y como si todo.
Deja que se caigan los escudos y salten las cerraduras,
que el tiempo erosione lo establecido y desaprendas.
Deja que mis ojos te toquen la nariz sin conocerte
y deja de paralizarte cuando alguien te invade el espacio
y se te cuela en las habitaciones internas de tu yo más privado.
Déjate caer por aquí.
Déjate vencer por lo que alguna vez soñaste
y siente el vértigo de la velocidad,
deslíate con otros y derrite medias noches,
que el beso que deseas se te caiga solo,
que se te dibujen alas y las lágrimas te hagan aún más grande...
Voy a hacer que te enamores verdaderamente
de lo que importa y nos crece dentro,
de este querer mirarnos y atropellarnos la boca cada tres minutos,
del deseo de complacernos y desterrarnos
de este mundo que no sabe gobernar a dos locos.
Desde la misma altura de tus ojos
Voy manteniendo el alma con medida
El éxito no está en darse de apoco
Tampoco en resolvernos la partida
En el hueco que va del hombro a tu cuello
Ya me atreví a dejarte alguna cosa
No juegues si es que no vas a quemarte
No reces si la fe ya no te importa
Puedo adentrarte de lleno en mi vida
Acariciarte y quedarme dormida
Sentirme dueña del mundo en tus brazos
Desconectar y encenderte la prisa
Reconocer que me quedo en tus ojos perdida
Una palabra me acerco a tu silla (a tu silla)
Ya me vestí a conciencia para verte
Que no se asuste nadie si nos miran
Y ven que nos miramos diferente
Puedo adentrarte de lleno en mi vida
Acariciarte y quedarme dormida
Sentirme dueña del mundo en tus brazos
Desconectar y encenderte la prisa
Reconocer que me quedo en tus ojos perdida
Puedo adentrarte de lleno en mi vida
Acariciarte y quedarme dormida
Sentirme dueña del mundo en tus brazos
Desconectar y encenderte la prisa
Reconocer que me quedo en tus ojos perdida
Perdida...perdida
Puedo adentrarte de lleno en mi vida
Acariciarte y quedarme dormida
Sentirme dueña del mundo en tus brazos
Desconectar y encenderte la prisa
Reconocer que me quedo en tus ojos
Puedo adentrarte de lleno en mi vida
Acariciarte y quedarme dormida
Sentirme dueña del mundo en tus brazos
Desconectar y encenderte la prisa
Reconocer que me quedo en tus ojos perdida
Reconocer que me quedo en tus ojos
Reconocer que me quedo en tus ojos perdida
A veces la música tiene licencia, licencia para dolerte por dentro, para acariciarte el alma, a veces te baja las sábanas sin pedirte permiso, sin saber hasta dónde ni hasta cuándo. A veces la música te escuece dentro y otras se convierte en magia, porque hay quien sabe hacer magia aunque nunca llegue a saberlo.
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