domingo, 1 de julio de 2012

Gloria Fuertes

Gloria Fuertes García fue una poetisa española de la llamada Generación del 50. Escritora de literatura infantil y juvenil, nació en Madrid el 28 de julio de 1917 y falleció el 27 de noviembre de 1998. En su poesía defendió a las mujeres, el pacifismo y el medio ambiente.









Cristales de tu ausencia acribillan mi voz, 
que se esparce en la noche 
por el glacial desierto de mi alcoba. 
Yo quisiera ser ángel y soy loba. 
Yo quisiera ser luminosamente tuya 
y soy oscuramente mía.



Soy como esa isla ignorada 
que late acunada
por árboles jugosos
- en el centro de un mar que no me entiende,
rodeada de nada, sola sólo




NIÑOS DE SOMALIA

Yo como

Tú comes
El come
Nosotros comemos
Vosotros coméis
¡Ellos no!




Poética


¿Para qué a estas alturas

preocuparme
- escribir en revistas, hojas muertas o libros -?
¿Para qué interesarme por un nombre,
si ya tengo el tuyo y el mío?
¿Para qué indiferencias, conferencias,
antologías, mitos?
¿Para qué recitales, traducciones,
si ya está todo dicho?

He cambiado
de técnicas y estilo.

¡Y manos a la obra!

Escribir sobre tu cuerpo
con los dedos mojados en vino.




Cuando me vaya...
no quiero ser estatua,
ni cuadro ni vitrina,
sólo si acaso de saco una cortina
que te entorne la luz para que duermas.
Quisiera convertirme en tu linterna
y serte útil cuando no ves claro,
eso y sólo dormirme en tu costado
y amanecer rezando en tu cadera.
Quisiera ser la lluvia en tu pradera
o tú mi lluvia o yo tu mar y tu mi barco
o al revés, jugar,
ser siempre un niño que en el amor me crezco,
quisiera ser,
todo lo que ya soy y aún no merezco.




Quise ir a la guerra,
para pararla.


Si el mar es infinito y tiene redes,
si su música sale de la ola,
si el alba es roja y el ocaso verde,
si la selva es lujuria y la luna caricia,
si la rosa se abre y perfuma la vida,
si el amor va y me besa y me deja temblando.

¿Qué importancia tiene todo esto,
mientras haya en mi barrio una mesa sin patas,
un niño sin zapatos o un contable tosiendo,
un banquete de cáscaras,
un concierto de perros,
una ópera de sarna?

Debemos inquietarnos por curar las simientes,
por vendar corazones y escribir el poema
que a todos nos contagie.

Y crear esa frase que abrace todo el mundo;
los poeta debiéramos arrancar las espadas,
inventar más colores y escribir padrenuestros.

Ir dejando las risas en la boca del túnel,
y no decir lo íntimo, sino cantar al corro;
no cantar a la luna, no cantar a la novia,
no escribir unas décimas, no fabricar sonetos.

Debemos, pues sabemos, gritar al poderoso,
gritar eso que digo, que hay bastantes viviendo
debajo de las latas con lo puesto y aullando,
y madres que a sus hijos no peinan a diario,
y padres que madrugan y no van al teatro.

Adornar al humilde poniéndole en el hombro
nuestro verso;
cantar al que no canta y ayudarle es lo sano.
Asediar usureros y con rara paciencia convencerles
sin asco.

Trillar en la labranza, bajar a alguna mina;
ser buzo una semana, visitar los asilos,
las cárceles, las ruinas; jugar con los párvulos,
danzar en las leproserías.

Poetas, no perdamos el tiempo, trabajemos,
que al corazón le llega poca sangre.



Deseamos

Deseamos:
Que no vuelva a haber otra guerra,
pero si la hubiera,
¡que todos los soldados se declaren en huelga!



A esta isla que soy, si alguien llega
que se encuentre con algo es mi deseo;
- manantiales de versos encendidos
y cascadas de paz es lo que tengo -.



Mi partido es la Paz.
Yo soy su líder.
No pido votos,
pido botas para los descalzos
-que todavía hay muchos-.



Me entretengo queriéndote

Por la tarde, al atardecer,
después de los versos,
me entretengo queriéndote,
me entretengo.
Apago las luces y enciendo el amor,
y al amor de la lumbre
que brota del recuerdo...
(¡es hermoso el otoño para amarte!)
...encandilo mis ojos
y caliento mis dedos,
pongo agua en los nardos
y un disco de silencio.
Aunque no estás conmigo
a tu imagen queriendo,
por la tarde yo sola,
me entretengo,
queriéndote,
me entretengo.





Me dijeron:
- O te subes al carro
o tendrás que empujarlo.

Ni me subí ni lo empujé.
Me senté en la cuneta
y alrededor de mí,
a su debido tiempo
brotaron las amapolas.



Tengo miedo de creer que el amor es tan sólo
un poema inventado por mi.



Niño Tom

Si vas al campo,
no subas por los almendros.
Ni cojas nidos,
ni caces pájaros,
ni mates insectos negros

¡Ay, esa flor, esa flor
que ahora muere entre tus dedos,
sus novecientas hermanas
la están echando de menos!

Si vas al campo,
sé bueno.
¡Échate en la hierba,
canta,
estate quieto!
No deshagas las casas
de los insectos

Niño Tom:
Si vas al campo
Sé hombre,
Niño pequeño



Pienso mesa y digo silla,
compro pan y me lo dejo,
lo que aprendo se me olvida,
lo que pasa es que te quiero.



Cuando el eco del eco huele a grito
y nadie huele nada,
y el náufrago se rompe entre las rocas
y grita y le entra agua.
¿Acaso la belleza no tiene corazón?
El mar es bello y mata.
La gente es bella y calla,
cuando el eco del eco huele a grito
y ponemos la radio alta.





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